viernes, 3 de agosto de 2012

FILOSOFIA


DEFINICIÓN

La Filosofía es la ciencia que se ocupa de responder los grandes interrogantes que desvelan al hombre como ser el origen del universo o del hombre, el sentido de la vida, entre otros, con el fin de alcanzar la sabiduría y todo esto se logrará a través de la puesta en marcha de un análisis coherente y racional que consistirá en el planteamiento y la respuesta de cuanta cuestión se nos ocurra, por ejemplo, qué es el hombre, qué el mundo, qué puedo conocer, qué puedo esperar de tal cosa.

El origen de esta disciplina y confiando en lo que Isócrates,contemporáneo de Platón, sostuvo en su momento, la filosofía tuvo su nacimiento en Egipto, aunque serán aquellos grandes pensadores de la época de oro de la Grecia Antigua, como Sócrates, Platón y Aristóteles los que más se han destacado en los diversos debates filosóficos que se suscitaban por ese entonces y que para ellos la razón de ser del filosofar era por el asombro que generaban algunas circunstancias.

Luego vendrían a ampliar las bases René Descartes con su duda metódica como método respuesta a los grandes interrogantes de la humanidad y Jaspers quien en un lugar de oposición a todos estos, impuso el filosofar a partir de la sucesión de situaciones límites como puede ser la muerte. Y claro, la larga lista siguió a través de la historia con Kant, Hegel, Marx y Wittgenstein, entre los más destacados.Entonces, al no ocuparse de un único tema, sino de varios, la filosofía está dividida en varias ramas que se ocuparán especialmente de darle respuesta a las problemáticas puntuales.

Así por ejemplo la metafísica se ocupa exclusivamente del ser, sus principios, fundamentos, causas y propiedades, la Gnoseología, por su lado, del conocimiento, su naturaleza, alcance y origen, la ética, de la moral y la acción humana; la estética, de la esencia y la percepción de la belleza y por último la lógica que intenta echar luz sobre los razonamientos correctos y los que no lo son.

CORRIENTES FILOSÓFICAS

 

En este trabajo se presentan las diferentes corrientes filosoficas y algunos de los filosofos que siguieron dichas corrientes, tambien el porque se les denomina pertenecientes a ellas.




ESCEPTICISMO:
Niega la posibilidad de alcanzar la objetividad y la verdad, todo es dudoso, lo mejor es no afirma ni negar nada.
Enesidemo: “ Tengo frio, de eso no puedo dudar, pero ¿Hace frío? No hay medio de saberlo” .
Protágoras de Abdera: Enseñó que los seres humanos sólo pueden conocer su percepción de las cosas, no las cosas en sí.
Gorgias: Proclamó que todas las afirmaciones relativas a la realidad son falsas y que, aunque fueran verdad, su veracidad no podía nunca ser probada


REALISMO:
El realismo sostiene que el hombre es capaz de alcanzar el conocimiento de la realidad con sus facultades cognoscitivas. Se opone al escepticismo; toma una postura intermedia entre el empirismo y el racionalismo y supera al idealismo porque acepta el conocimiento de la realidad.
Aristóteles: Lo que ahora se conoce como lógica clásica o tradicional fue por primera vez enunciada por Aristóteles, quien elaboró leyes para un correcto razonamiento silogístico. Un silogismo es una proposición hecha de una de estas cuatro afirmaciones posibles: "Todo A es B" (universal afirmativo), "Nada de A es B" (universal negativo), "Algo de A es B" (particular afirmativo), o "Algo de A no es B" (particular negativo). Las letras sustituyen a palabras comunes como "perro", "animal de cuatro patas", o "cosa viviente", llamadas términos del silogismo. Un silogismo bien formulado consta de dos premisas y una conclusión, debiendo tener cada premisa un término en común con la conclusión y un segundo término relacionado con la otra premisa. En lógica clásica se formulan reglas por las que todos los silogismos bien construidos se identifican como formas válidas o no válidas de argumentaciones.

Santo Tomas de Aquino: Insistía en que las verdades de la fe y las propias de la experiencia sensible, así como las presentaba Aristóteles, son compatibles y complementarias. Algunas verdades, como el misterio de la Encarnación, pueden ser conocidas sólo a través de la revelación, y otras, como la composición de las cosas materiales, sólo a través de la experiencia; aun otras, como la existencia de Dios, son conocidas a través de ambas por igual.
San Anselmo de Canterbury: "El conocimiento que adquirimos de las cosas supone la cooperación de los sentidos y de la inteligencia, pero San Anselmo no precisa el modo de esta cooperación y se contenta con tomar sin profundizar en ellas, algunas expresiones agustinianas sobre la iluminación del alma por Dios".



EMPIRISMO:
Sostiene que el hombre puede alcanzar la verdad por medio de los sentidos, en cambio afirma que la razón es engañosa y es la causante de teorías erróneas a cerca de la realidad.
George Berkeley: Inspirándose en Newton y en Locke, dice que el conocimiento verdadero se da en el mundo que nos revelan los sentidos y que únicamente estos le confieren realidad. Que el mundo que conocemos sólo se hace real a través de los sentidos.

Locke: Todas las ideas del entendimiento provienen del conocimiento sensible. De las sensaciones, llamadas por Locke "ideas simples, proceden las demás ideas "complejas" por un proceso de asociación y combinación.


Hume: Llevó el empirismo de Locke hasta sus últimas consecuencias. Según Hume, el conocimiento humano se compone de impresiones sensibles y de idéas, que se forman a partir de los datos de los sentidos. No podemos ir, pues, más allá de lo que nos aportan los sentidos, y la existencia verdad de las ideas resultan injustificables para nosotros.


RACIONALISMO:

Es la postura opuesta a la anterior. El hombre es capaz de llegar a la verdad exclusivamente o solamente por medio de la razón, pues los sentidos nos engañan a cada paso.

Parmenides: El camino a la experiencia solo conduce al error; solo la razón conduce al sabio hacia el corazón de la verdad y que forma un hermoso circulo.
Isaac Newton: Al poder explicar con sus leyes físicas su mundo, se convence de que el universo existe per se. Por lo tanto, nuestra razón no necesita de una experiencia para poder existir.


Gottfried Wilhem von Leibniz: Llegó a la conclusión de que la razón pura es superior a la percepción sensorial. Para él, lo real es una de las innumerables posibilidades que caben en el universo de la verdad.


IDEALISMO:
Sostiene que el hombre solo puede alcanzar lo que esta inmerso (dentro) en su conciencia y jamas puede conocer lo que son las cosas en si, fuera de su conciencia. Por lo tanto, lo que llamamos realidad es una creación de la mente.


George Berkeley: Mantenía que no se puede concebir que la materia exista con independencia de la mente; los fenómenos de los sentidos sólo pueden explicarse suponiendo que hay un dios que provoca de forma continua la percepción en la mente humana.

Hegel: El cometido de la filosofía es explicar el desarrollo del espíritu absoluto. Esto implicaba, en primer lugar, esclarecer la estructura racional interna de lo absoluto; en segundo lugar, demostrar de qué forma lo absoluto se manifiesta en la naturaleza y en la historia humana; y en tercer lugar, explicar la naturaleza teleológica de lo absoluto, es decir, mostrar el destino o el propósito hacia el que se dirige.


Fichte: El hecho de que el ego, el "yo", aprehenda su libre actividad, constituye su propia afirmación, que sin remedio le lleva al enfrentamiento con el "no yo", el no ego, la otreidad. La conciencia consiste en este dinámico encuentro entre el "yo" y el "no yo" por el que uno mismo y el mundo se definen y se realizan e interrelacionan. El idealismo ético fichteano, que subrayaba el deseo moral, es una derivación y una consecuencia de dicha concepción acerca del "yo".

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA


SENTIDO DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

El pensamiento de la humanidad evoluciona con los siglos, como lo hace la mentalidad personal. El pensamiento no es solo producto de los individuos; también cada grupo humano tiene su historia y modo de pensar particular

“…las filosofías son su propia época expresada en pensamiento; pertenecen a su época y se hallan prisioneras de sus limitaciones: el individuo es hijo de su pueblo, de su mundo, y por mucho que quiera estirarse, jamás podrá salirse verdaderamente de su tiempo, como no puede salirse de su piel”

(Hegel, lecciones de historia de la filosofía, I, 17-18)

Los filósofos, autores y corrientes filosóficas no son fósiles intelectuales, ni reliquias del pasado: sus ideas son parte viva del pensamiento y patrimonio intelectual de la humanidad, constituyendo nuestra “segunda naturaleza”, nuestro “nicho ideológico” en sentido amplio. Las raíces de nuestro pensamiento se hunden hasta el siglo VI a.c.

¿QUE ES LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA?

Por lógica, debería entenderse al final, con una visión de conjunto de todos los autores y corrientes.

Para Hegel, la filosofía tiene una unidad histórica: es un caminar hacia la verdad, por más recodos que encontremos. No es un mero cúmulo de opiniones, según las ideas caprichosas del pensador de turno. Cada filósofo depende en sus ideas, argumentos y estilo de los anteriores, y hace posible la transición al pensamiento que le sigue: las ideas parecen bullir como hormigas, pero orientadas en una misma dirección final.

Cuando los filósofos estudian y afrontan problemas, han pretendido tender hacia la verdad como horizonte. Se plantean los grandes interrogantes del hombre: el conocimiento, la naturaleza, la estructura del mundo, la complejidad del ser humano, la libertad y la ética... Creyentes o no, siempre han intentado establecer un diálogo entre fe y razón, entre filosofía y teología, entre filosofía y ciencia/cultura... en busca de la verdad y soluciones a los problemas.

Por tanto, la historia de la filosofía es ya filosofía: no es mera exposición histórica/erudita de ideas, sistemas de pensamiento y afirmaciones, sino búsqueda de planteamientos correctos y soluciones a los problemas, a las incoherencias, etc.

En filosofía, todo es discutible: por principio, no se admiten verdades sin haber sido previamente demostradas y razonadas. Incluso los hechos históricos se discuten, en cuanto que pueden ser objeto de diversas interpretaciones. Filosofía e historia son inseparables.

Con estas observaciones, la filosofía no debería invitar al escepticismo ni llevar a un abandono de las propias creencias y prejuicios. Más bien, debería suscitar una confianza en la razón y en la capacidad del hombre para acercarse asintóticamente a la verdad y hallar soluciones -al menos provisionales- a los problemas. Cada autor aporta una pieza al puzzle que podríamos llamar verdad. Por tanto, los filósofos no piensan aisladamente; construyen sobre lo que otros hicieron y aportan fundamentos a los que le siguen. Nadie posee la verdad absoluta, pero todos la buscan. Algunos, convencidos de que no existen verdades absolutas, se esfuerzan por aclarar los problemas y cuestiones parciales a su alcance.

Puesto que cada época hace posible la siguiente y gracias a que un sistema cae puede surgir otro, las corrientes de pensamiento son visiones parciales, nunca absolutas ni completas, de la realidad. Por tanto, no hay razón para hundirse en el escepticismo (hay progresos en los problemas) ni hay razón para ser dogmático (nadie tiene el monopolio de la verdad).

Puesto que la verdad se va alcanzando gradualmente y requiere esfuerzo de reflexión, análisis y estudio, es preciso estar en estado de alerta permanente. Estamos obligados a ser críticos, con nosotros mismos y ante todas las informaciones que nos llegan del exterior. Como seres humanos, ninguno deberíamos renunciar a ser filósofos, a buscar la verdad con espíritu crítico.

Cuando se mira en la historia y en el pasado, deberíamos buscar aquello que no envejece, las ideas más vivas y geniales, porque muchas personas de gran talento e inteligencia se han enfrentado antes que nosotros a problemas fundamentalmente parecidos a los nuestros.


PERIODO COSMOLOGICO

En toda la primera etapa de la filosofía antigua, hasta antes de los sofistas, el problema central de que se ocupan los filósofos es la naturaleza; por eso,Aristóteles habría de llamarlos los físicos, los investigadores de la naturaleza. Lo que distingue a estos primeros filósofos de otros intentos anteriores por explicar el origen del cosmos fue que su explicación la fundan sobre un principio natural, y no sobre un principio mágicamente revelado, mítico o religioso, como se había hecho hasta entonces. Con ellos nace la convicción de que es posible conocer la realidad por medio de la razón (convicción que se mantiene hasta nuestros días).

Milesios.
Se le llamo así al primer grupo de filósofos por haber nacido en Mileto, la mas poderosa de la ciudades griegas del Asia Menor. Con Tales, Anaximandro y Anaxímenes de Mileto surge el objeto de estudio propio de la filosofía en su primer periodo: la naturaleza. La cuestión ¿de dónde procede todo? Es la pregunta que inquieta la mente de estos hombres y los incita a buscar una respuesta elaborada por su intelecto.

Tales De Mileto: Todo procede del agua.

Es el primer pensador que se plantea el problema del origen de todas las cosas; el problema de saber qué es aquello de lo que están hechas todas las cosas. Tales considera que detrás de la aparente variedad y multiplicidad de objetos que hay en el universo, ha de haber un elemento único del cual procedan y al cual vuelvan cuando se corrompen. Para Tales, este primer principio es algo material: el agua. Probablemente influyó en su afirmación el hecho de que el agua es necesaria para la vida y de que en ese tiempo se creía que la tierra flotaba sobre el agua, además de que él vivía en Mileto, lugar donde el mar baña incesantemente sus costas, y el ver que las semillas son todas de naturaleza húmeda, que animales y vegetales la necesitan para vivir, lo lleva a la conclusión de que todo se reduce a agua.
Tal afirmación de que todo procede del agua puede parecer ingenua a primera vista; sin embargo, se toma en cuenta lo que significa dicha frase:
En primer lugar, como ya mencionamos anteriormente, es la primera vez en la historia del pensamiento que se propone un elemento natural como origen de todas las cosas; ya no se atribuye a una fuerza personal –como ocurría en el mito o la religión griega- ser la causa de todo lo que hay en el universo. Tales se libera así de los prejuicios de la tradición y postula un elemento material, sugerido por la razón.
Por otra parte, su afirmación tiene la novedad de sugerir para toda la multiplicidad de cosas del mundo un origen común.
Además, se vislumbra ya la conciencia de que, tras los continuos cambios que nos muestra la naturaleza –lo frío, lo caliente; la primavera y el invierno; la vida y la muerte, etc.-, se oculta un principio que en sí mismo no varía, y que podemos descubrirlo.

Hilozoísmo.
Junto a la idea de que el agua es la sustancia fundamental de la que derivan todas las demás cosas, Tales afirma que la materia es como un organismo con vida, tal vez en este sentido decía que "todo está lleno de dioses". A esta manera de concebir la realidad se le denomina hilozoísmo. Y parece haber llegado a ella después de observar la piedra del imán, a la que le atribuye vida porque atrae el hierro.

Anaximandro De Mileto: todo surge del apeiron.

Si todo se originara del agua, como había propuesto Tales, entonces no existiría el calor ni el fuego, pues el agua no engendra fuego, si no que lo destruye. Además el agua no se puede transformar en algo completamente distinto a ella. Anaximandro no está de acuerdo con la tesis de su maestro, el pensó que el elemento primero del cuál surgen todas las demás cosas habría de ser como una masa indiferenciada –indefinida- de enorme extensión, en la que los elementos contrarios frío - calor, seco – húmedo, etc. aún no estaban definidos, aunque los contenía en sí de un modo latente o potencial completamente fusionados. A este elemento primigenio Anaximandro lo llamó apeiron, que significa: lo indeterminado o lo indefinido; y se caracteriza por ser inmortal e indestructible, además de moverse por sí mismo.
Del apeiron surgen todas las cosas, pero el apeiron no es ninguna de esas cosas determinadas a que da lugar. Este surgir de las cosas a partir del apeiron se da por un proceso de segregación; porque según Anaximandro esa masa originaria –el apeiron- está en incesante movimiento –como de criba- y, como mezcla original empezaron a separarse, dando lugar así a la gran diversidad de cosas del mundo.
En el mundo las cosas están generándose y pereciendo continuamente, pero este nacer y morir de las diferentes cosas es una injusticia, un predominio de un elemento sobre otro lo (frío sobre lo cálido, lo seco sobre lo húmedo o viceversa) y por eso existen individuales, pero hay una necesidad que hará volver a todas las cosas a esa mezcla primigenia, donde no se da la injusticia, donde predominan unos contrarios sobre otros.

Anaximandro procede de la siguiente forma:
Postula un elemento originario –como la hace Tales-.
Lo caracteriza
Explica el proceso por el cual de la sustancia primera surgen las demás cosas.

Anaxímenes: El aire es el elemento primigenio.

Al igual que su maestro, postula una sustancia primigenia y explica como a partir de ella, surgen las demás cosas, aunque especifica más este proceso de formación de las cosas.
Para el la sustancia originaria es el aire, que asocia con la respiración o aliento indispensable para la vida, y explica éste por un proceso de rarefacción y condensación, el cual da lugar a todo lo que existe. El aire al enrarecerse se vuelve fuego; al condensarse se convierte en viento; después en nube y mas condensado en agua, tierra y piedra; la condensación la produce el frío y la rarefacción el calor.
Según Anaxímenes las cosas son solamente cambios de densidad de una misma sustancia: el aire.

Pitágoras: El principio de todo es el número.

Al sur de Italia en una de las colonias griegas, Pitágoras funda una especie de comunidad religiosa y filosófica. En dicha comunidad se observa una serie de preceptos de los cuales, algunos, se guardan en secreto para los profanos.
Algunos de sus miembros más destacados tomaron parte activa en la política, parece que con tendencias aristocráticas, lo que más tarde repercutiría –al florecer la democracia en Italia- en una persecución contra todos los miembros de la hermandad, por lo que tuvieron que huir y dispersarse por diversos lugares.


PERIODO ANTROPOLÓGICO


Lo distintivo de este periodo es que el hombre comienza a reflexionar sobre sí mismo y deja momentáneamente de prestarle atención a la realidad exterior. Ahora el punto central de su preocupación es el objeto y la naturaleza de la vida humana, en lugar del mundo que lo rodea. La reflexión propiamente filosófica sobre el hombre mismo se inicia con Sócrates, pero antes que él y aunque de una manera meramente incidental, no filosófica, quienes se ocuparon de dicha problemática fueron los sofistas.
Sofistas.
En el periodo antropológico se pasa de la reflexión acerca de la naturaleza a la reflexión acerca del hombre mismo. Las razones de este cambio de interés son diversas, pero entre las principales podemos considerar las siguientes:
Insatisfacción por las doctrinas de los filósofos naturales.
La democracia ateniense.
Factores como éstos hicieron posible el surgimiento de un grupo de pensadores como los sofistas.
Originalmente la palabra sofista significa sabio, pero mas tarde la palabra habrá de adquirir un sentido peyorativo debido a aquello en lo que habrán de convertirse estos pensadores.
Los sofistas no forman una escuela propiamente dicha, sino más bien constituyen una profesión. Eran maestros ambulantes que pretendían saberlo todo, se hacían llamar a sí mismos maestros de sabiduría y se ofrecían como tales a cambio dinero.
Pregonan un nuevo ideal para la formación del ciudadano: todo aquel que quiera tener éxito en la vida pública habrá de saber imponerse en las asambleas del pueblo por medio de la palabra, habrá de ser capaz de convencer a los demás de lo que él quiera. Hablar bien y de este modo persuadir, convencer, según la propia conveniencia, se convirtió en lo primordial, sin importar que lo propuesto fuera verdadero o no. Por esto último se colocan tan lejos de la filosofía la cual esta preocupada siempre por la búsqueda de la verdad.
Los temas principales de los sofistas eran aquellos relacionados con la vida práctica y la democracia griega, como son: la dialéctica, la retórica, la ética y la política.
Diría Aristóteles: el sofista, parece filósofo pero no lo es, ya que abandona el camino de la verdad y cultiva la desconfianza respecto a la posibilidad de alcanzar el conocimiento universal y la existencia de principios político-morales absolutos que rijan las relaciones entre los hombres.
La importancia de los sofistas no radica tanto en su pensamiento en sí, sino en la reacción tan vigorosa que provocaron sus planteamientos y en la riqueza de frutos que producirá esta reacción. Frente a ellos Sócrates y Platón reclamarán la verdad, el conocimiento verdadero.
Protágoras: El hombre es la medida de todo.
Protágoras retomó de Heráclito la tesis de que las cosas están sujetas a un cambio continuo. Y considero que lo mismo ocurre con el cuerpo humano y los órganos de los sentidos y por todo ello concluyó que el contenido de nuestra percepción es siempre distinta, es decir, que no podemos afirmar verdades absolutas.
Conocimiento.
Para Protágoras no podemos decir cómo son realmente las cosas, sino solamente cómo nos parece que son en un momento determinado. A cada quien le parecen las cosas de manera distinta.
Según Protágoras, el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son, y de las que no son en cuanto que no son.
Para él, el conocimiento es algo que se da en el sujeto, en su mente y por ello no pueden existir verdades universales, absolutas; es decir, que sean válidas para todos, porque de cada cosa se pueden decir cosas distintas o hasta contrarias y ambas justificarse por igual. Lo mismo ocurre con las costumbres y las leyes pues no son universalmente válidas ni eternas, sino que se siguen por una especie de acuerdo, por eso son distintas en cada lugar y época. Lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo son solamente nombres, aún cuando es necesario actuar como si fueran algo más que eso por la utilidad y la practica que tienen en la comunidad.
Es importante señalar que la importancia de Protágoras para la filosofía radica en haber planeado por primera vez el problema del conocimiento.
Sócrates: conócete a ti mismo.
Algunos creían que Sócrates era un sofista, pero pronto dio pruebas de que no era así. Como ya vimos los sofistas afirmaban que la verdad dependía de lo que a cada quien le pareciera y por el contrario Sócrates afirma que el conocimiento no puede ser como lo dicen los sofistas, pues este es sólo un saber aparente; el conocimiento verdadero lo es de lo universal y es válido en cualquier tiempo y lugar y si no es así es sólo una opinión.
La dialéctica.
Para llegar al verdadero conocimiento, Sócrates emplea el método de la dialéctica, que consiste en una discusión dirigida siempre con rigor y precisión, un diálogo en el que se tiene siempre presente la finalidad de llegar a la verdad, llegar a descubrir lo que las cosas son y no sólo lo que parecen ser.
La dialéctica tiene dos fases: la ironía y la mayéutica. 
La ironía la usa Sócrates para limpiar la mente de falsos saberes, y la mayéutica para sacar a la luz los conocimientos que están en nuestro interior. El método culmina cuando se llega a una definición y por medio de ella se adquiere el concepto universal. El concepto universal se obtiene mediante la observación de casos particulares que comparten características comunes. El conjunto de estas características sirven de base para construir la definición buscada. Esta definición no registra lo particular de las cosas sino lo que es común a todos los casos semejantes para llegar al concepto universal, que encierra un conocimiento auténtico y válido para todos. Sócrates supera el subjetivismo y el escepticismo que habían sembrado los sofistas, colocando nuevamente la filosofía en el camino de la verdad y sentó las bases del conocimiento científico.
La ironía. Para que los sofistas se den cuenta de que en realidad no saben, Sócrates utiliza la ironía. "Conócete a ti mismo" es siempre el punto de partida hacia el verdadero conocimiento. Porque al estar consiente de nuestra ignorancia, estaremos preparados para ir en búsqueda del auténtico saber.
"Solo se que no se nada"- solía decir Sócrates-, aún así, superó a la generalidad de los hombres que no saben esto tampoco.
La ironía consiste en hacer que el interlocutor exponga sus puntos de vista para luego mostrarle, mediante una serie de preguntas que está equivocado. Cuando su interlocutor se percata de sus errores y se daba cuenta de su ignorancia, Sócrates se permite continuar y pasar a las siguiente etapa: la mayéutica.
La mayéutica. Ahora Sócrates, siempre mediante preguntas, va a ayudar a dar a luz a la verdad que el interlocutor tiene dentro de sí mismo. En esta fase de su método se trata de sacar el conocimiento que el otro posee ya en su interior pero de una manera confusa y oscura.
La moral.
El centro de raflexión socrática es el hombre; el único en el que se da la moralidad. Incluso sus reflexiones acerca del conocimiento se dan siempre a propósito de este tema, pues el único conocimiento realmente importante es aquel que se refiere al hombre, a su vida, de la cual debe hacer una tarea moral, un trabajo continuo en el que busque el verdadero bien.
El fin de Sócrates es hacer hombres mejores, mostrarles que no saben lo que es la virtud, el bien, la justicia, etc. Hacerlos consientes de su ignorancia es una manera de ayudarles pues cuando se den cuenta de ello, entonces se propondrán alcanzar ese conocimiento y, ya en posesión de él, sólo podrán obrar bien, porque quien conoce la virtud la busca; aquel que obra mal lo hace por ignorancia, por que cree que hace bien. Por ello se dice que el primer paso hacia la virtud es intelectual y el segundo moral; se trata de una ética intelectualista.

PERIODO ONTOLÓGICO


PLATÓN

Platón nació hacia el año 427 a. C. en Atenas o Egina en el seno de una familia aristocrática ateniense.[]Era hijo de Aristón, quien se decía descendiente de Codro, el último de los reyes de Atenas, y de Perictione, cuya familia estaba emparentada con Solón; era hermano menor de Glaucón y de Adimanto, hermano mayor de Potone (madre de Espeusipo, su futuro discípulo y sucesor en la dirección de la Academia) y medio-hermano de Antifonte (pues Perictione, luego de la muerte de Aristón, se casó con Pirilampes y tuvo un quinto hijo). Critiasy Cármides, miembros de la dictadura oligárquica de los Treinta Tiranos que usurpó el poder en Atenas luego de la Guerra del Peloponeso, eran, respectivamente, primo y tío de Platón por parte de su madre. En consonancia con su origen, Platón fue un acérrimo anti-demócrata (véanse sus escritos políticos: República,Político,Leyes); con todo, ello no le impidió rechazar las violentas acciones que habían cometido sus parientes oligárquicos y rehusar participar en su gobierno.


Espeusipo, sobrino de Platón, elogia la rapidez mental y la modestia que tuvo de niño, así como su amor por el estudio. En su juventud se habría interesado por artes como la pintura, la poesía y el drama; de hecho, se conserva un conjunto de epigramas que suelen ser aceptados como auténticos, y la tradición refiere que había escrito o tenía interés en escribir tragedias, afán que habría abandonado al comenzar a frecuentar a Sócrates (nótense las duras críticas que Platón hace de las artes en República, fundamentando su parcial expulsión del Estadoideal). También, según se ve en su teoría educativa, siempre se interesó por la gimnasia y los ejercicios corporales, y ciertas fuentes refieren que se habría dedicado a las prácticas atléticas; habría participado asimismo de algunas batallas de la Guerra del Peloponeso y de la Guerra de Corinto, pero no hay información al respecto más que simples menciones del caso.

En cuanto a su formación intelectual temprana, Aristótelesrefiere que, antes de conocer a Sócrates, Platón había tratado con el heraclíteo Crátiloy sus ideas de que todo lo sensible está en devenir y, por tanto, de que no es posible el conocimiento científico acerca ello; pero que luego, influido por Sócratesy su enseñanza e insistencia en inquirir y definir qué es cada cosa para poder hablar de ella con propiedad, se convenció de que había realidades cognoscibles y, por tanto, permanentes, y decidió que no eran sensibles -el ámbito de lo que siempre deviene y nunca es- sino de naturaleza inteligible. Éste es, según Aristóteles, el origen de la teoría de las Ideas, y su información nos permite reconstruir algo del itinerario biográfico-intelectual de Platón.
Según Diógenes Laercio, Platón conoció a Sócrates a la edad de veinte años, aunque el historiador W. K. C. Guthrie se muestra convencido de que ya lo frecuentaba con anterioridad. De cualquier modo, puede acordarse en que el primer encuentro se produjo entre el 412 y el 407 (es decir, entre los quince y los veinte años de Platón). A partir de allí, fue uno de los miembros más cercanos del círculo socrático hasta que en 399, Sócrates, que contaba unos setenta años, fue condenado a la pena de muerte por el tribunal popular ateniense, acusado por los ciudadanos Ánito y Meleto de "impiedad" (es decir, de no creer en los dioses o de ofenderlos) y de "corromper a la juventud". La Apología nos muestra a Sócratesfrente al tribunal, ensayando su defensa y acusando a sus opositores de la injusticia que estaban cometiendo contra él; luego de ser declarado culpable, Sócratesmenciona a un grupo de amigos que están en la tribuna, entre ellos Platón. Sin embargo, Platón mismo hace que Fedón diga, en el diálogo que lleva su nombre y al referir a Equécrates la tarde última de Sócrates con sus amigos antes de beber la cicuta, que "Platón estaba enfermo, creo". A propósito de su ausencia, W. K. C. Guthrie escribe: "Juzgarlo de forma desfavorable por ello sería injusto, ya que no sólo debemos esa circunstancia a Platón mismo, sino que el conjunto del Fedón, por no decir nada de otros diálogos, deja fuera de toda duda la indudable realidad y la fuerza de su devoción a Sócrates. Sus sentimientos pudieron haber sido tan intensos que no fuera capaz de soportar el espectáculo de ser testigo de la muerte real del mejor, el más sabio y el más justo de los hombres que conoció".
 
 
Luego de la pérdida de Sócrates, Platón, que tenía sólo veintiocho años, se retiró con algunos otros de los discípulos de su maestro a Mégara, Sicilia, a la casa de Euclides (socrático, fundador de la escuela megárica). De allí habría viajado a Cirene, donde se reunió con el matemático Teodoro (personificado en el Teeteto) y con Arisitipo (socrático también, fundador de la escuela cirenaica) y a Egipto, aunque estos dos últimos viajes son puestos en duda por muchos especialistas. Se tienen por más seguros, en cambio, los viajes a Italia y a Sicilia, no sólo porque hay más testimonios, sino por la decisiva Carta VII, en base a la cual se reconstruye el resto de sus travesías. En su viaje a Italia habría tenido contacto con eleatas y pitagóricos, dos de las principales influencias que acusan sus obras, en especial con Filolao, Eurito y Arquitas de Tarento, quien era, a la vez, político y filósofo en su pólis. En el 387 viajó por primera vez a Sicilia, a la poderosa ciudad de Siracusa, gobernada por el tirano Dionisio; allí conoció a Dión, el cuñado de Dionisio, por quien se sintió poderosamente atraído y al que transmitió las doctrinas socráticas acerca de la virtud y del placer. Según un relato tradicional, al final de su visita, Platón habría sido vendido como esclavo por orden de Dionisio y rescatado por el cirenaico Anníceris en Egina, pólis que estaba en guerra con Atenas.
A la vuelta de Sicilia, se estima que al poco tiempo, Platón compró una finca en las afueras de Atenas, en un emplazamiento dedicado al héroe Academo, y fundó allí la Academia, que funcionó como tal ininterrumpidamente hasta el año 86 a.C. al ser destruida por los romanos, siendo restituida y continuada por los platónicos hasta que en 529 d. C. fue cerrada definitivamente por Justiniano I, quien veía en las escuelas paganas una amenaza para el cristianismo
y ordenó su erradicación completa. Numerosos filósofos se formaron en esta milenaria Academia, incluyendo el mismo Aristóteles durante la dirección de Platón, junto a quien trabajo alrededor de veinte años, hasta la muerte de su maestro. Vale la pena recordar cierta descripción de W. K. C. Guthrie respecto de la Academia: "...No se parece en nada a ninguna institución moderna (...) Los paralelos más cercanos son probablemente nuestras antiguas universidades (...) con las características que han heredado del mundo medieval, en particular sus conexiones religiosas y el ideal de la vida en común (...) La santidad del lugar era grande, y se celebraban otros cultos allí, incluidos los de la misma Atenea. Para formar una sociedad que tuviera su tierra y sus locales propios, como hizo Platón, parece que era un requisito legal el registrarla como thíasos, es decir, como asociación de culto dedicada al servicio de alguna divinidad. Platón eligió a las Musas, que ejercían el patronazgo de la educación (...) Las comidas en común eran famosas por su combinación de alimentos sanos y moderados con una conversación que valía la pena recordar y anotar. Se cuenta que un invitado dijo que los que habían cenado con Platón se sentían bien al día siguiente". En la Academia, que no aceptaba personas sin conocimientos matemáticos previos, se impartían enseñanzas sobre distintas ciencias (aritmética, geometría, astronomía, harmonía, puede que también ciencias naturales) a modo de preparación para la dialéctica, el método propio de la inquisición filosófica, la actividad principal de la institución; asimismo, también era principal actividad, en consonancia con lo expresado en República, la formación de los filósofos en política, de modo que fueran capaces de legislar, asesorar e incluso gobernar (se sabe de varios platónicos que, luego de estudiar en la Academia, se dedicaron efectivamente a estas actividades).


Platón también recibió influencias de otros filósofos, como Pitágoras, cuyas nociones de armonía numérica y geomatemáticas se hacen eco en la noción de Platón sobre las Formas; también Anaxágoras, quien enseñó a Sócrates y que afirmaba que la inteligencia o la razón penetra o llena todo; y Parménides, que argüía acerca de la unidad de todas las cosas y quien influyó sobre el concepto de Platón acerca del alma.

Platón murió en el 347 a. C., a los 80/81 años de edad, dedicándose en sus últimos años de vida a impartir enseñanzas en la academia de su ciudad natal.

ARISTÓTELES

(384 – 322 a.c.), nacido en Estagira (Macedonia) cuyo padre era médico del rey de macedonia. Fue maestro de Alejandro magno, y en el 335 fundó en Atenas su escuela cerca del templo de Apolo llamado Liceo (escuela peripatética o Liceo), y se dedica a ella hasta que muerto Alejandro Magno (323), el partido antimacedónico lo acusa de impiedad, obligándolo a retirarse de falcidia, en donde muere.
Con respecto al problema del ser Aristóteles planteó:
Que el objeto de la filosofía de investigación del ser en cuanto a ser, es decir, indagar los principios y causas de seres, en cuanto seres. A diferencia de Plantón, plantea que la esencia del ser no se encuentra en las ideas, sino que tiene que ser buscada en las cosas mismas y no fuera de ellas. El ser es la sustancia que existe y que puede ser pensado en si y en si, es la realidad concreta, el individuo (entendido como singular o particular). Ejemplos; la tierra, el fuego, el agua y todas las demás cosas, que van desde las sillas donde nos sentamos hasta nosotros mismos, la sustancia es pues en individuo. Unidad de materia y de forma.


Teoría de platón

Critica de Aristóteles a la teoría de platón


Teoría de las causas. Aristóteles plantea que las condiciones o causas de la existencia de la sustancia (ser) son cuatro:
causa materia (materia). Aquello de lo que una cosa esta hecha: madera – causa material de la silla.
Causa eficiente. Llamado también agente, es de quien procede el movimiento y permite que las cosas lleguen a lo que son. Ejemplo: un carpintero es la causa eficiente para que la madera se transforme en silla.
Causa formal. Es la esencia de las cosas, provista de forma, la cual permite mediante su acción que la materia se actualice y se convierta en realidad. Ejemplo: el modelo que el carpintero tiene de la silla, va ha permitir darle forma a la materia (la materia).
Causa final. La finalidad de las cosas, la cual es propia o inmanente del ser o sustancia. Ejemplo: la silla hecha por el carpintero va ha servir para sentarnos. La razón de ser de la silla es el uso que se le va ha dar.
Acto o potencia.- se ha mencionado las causas del ser aristotélico, la materia y la forma coexisten en la sustancia o ser, son una unidad; pero su desarrollo consiste la materia ya posee en si la posibilidad (potencia) de convertirse en materia con alguna forma particular y esto se va concretando en una serie de acciones que la llevan a esa forma (acto). Así por ejemplo el escultor que crea una estatua.
Es así que Aristóteles concibe que la naturaleza esta en constante movimiento, desarrollo, proceso en que la materia cobra forma, es decir, como paso de la potencia al acto.

Obras:
la metafísica
la política
Ética nicomáquea, etc.
La lógica aristotélica.- Aristóteles fue el fundador de la lógica, aunque tuvo su precedente en la dialéctica de platón, para el la lógica es el instrumento de la ciencia porque piensa que no hay ciencia sino de lo universal y necesario. La ciencia explica la realidad deduciéndola. El silogismo expresa una relación de inclusión, teniendo tres elementos; una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión.


miércoles, 1 de agosto de 2012

SOCRATES



SOCRATES





(Atenas, 470 a.C.-id., 399 a.C) Filósofo griego. Fue hijo de una comadrona, Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el Justo. Pocas cosas se conocen con certeza de la biografía de Sócrates, aparte de que participó como soldado de infantería en las batallas de Samos (440), Potidea (432), Delio (424) y Anfípolis (422). Fue amigo de Aritias y de Alcibíades, al que salvó la vida.

La mayor parte de cuanto se sabe sobre él procede de tres contemporáneos suyos: el historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el filósofo Platón. El primero retrató a Sócrates como un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la virtud, pero con una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto vulgares. Aristófanes lo hizo objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde se le identifica con los demás sofistas y es caricaturizado como engañoso artista del discurso.

Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón en sus Diálogos, en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser en ocasiones excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la más justa.

Se tiene por cierto que Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le dio dos hijas y un hijo. Cierta tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva ante la actividad del marido y propensa a comportarse de una manera brutal y soez.

En cuanto a su apariencia, siempre se describe a Sócrates como un hombre rechoncho, con un vientre prominente, ojos saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le atribuye también un aspecto desaliñado. Sócrates se habría dedicado a deambular por las plazas y los mercados de Atenas, donde tomaba a las gentes del común (mercaderes, campesinos o artesanos) como interlocutores para someterlas a largos interrogatorios.


Este comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de su sistema de enseñanza, la mayéutica, que él comparaba al arte que ejerció su madre: se trataba de llevar a un interlocutor a alumbrar la verdad, a descubrirla por sí mismo como alojada ya en su alma, por medio de un diálogo en el que el filósofo proponía una serie de preguntas y oponía sus reparos a las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible reconocer si las opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un verdadero conocimiento.

La cuestión moral del conocimiento del bien estuvo en el centro de las enseñanzas de Sócrates, con lo que imprimió un giro fundamental en la historia de la filosofía griega, al prescindir de las preocupaciones cosmológicas de sus predecesores. El primer paso para alcanzar el conocimiento, y por ende la virtud (pues conocer el bien y practicarlo era, para Sócrates, una misma cosa), consistía en la aceptación de la propia ignorancia.

Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la parte que corresponde al Sócrates histórico y cuál pertenece ya a la filosofía de su discípulo. No dejó doctrina escrita, ni tampoco se ausentó de Atenas (salvo para servir como soldado), contra la costumbre de no pocos filósofos de la época, y en especial de los sofistas, pese a lo cual fue considerado en su tiempo como uno de ellos.

Con su conducta, Sócrates se granjeó enemigos que, en el contexto de inestabilidad en que se hallaba Atenas tras las guerras del Peloponeso, acabaron por considerar que su amistad era peligrosa para aristócratas como sus discípulos Alcibíades o Critias; oficialmente acusado de impiedad y de corromper a la juventud, fue condenado a beber cicuta después de que, en su defensa, hubiera demostrado la inconsistencia de los cargos que se le imputaban. Según relata Platón en la apología que dejó de su maestro, éste pudo haber eludido la condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir, pues como ciudadano se sentía obligado a cumplir la ley de la ciudad, aunque en en algún caso, como el suyo, fuera injusta. Peor habría sido la ausencia de ley.


PENSAMIENTO

  1. Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron iniciativa de sus seguidores. Acerca de su actividad filosófica nos han llegado diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los de Jenofonte, Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas. Si creemos a Jenofonte, a Sócrates le interesaba fundamentalmente la formación de hombres de bien, con lo que su actividad filosófica quedaría reducida a la de un moralista práctico: el interés por las cuestiones lógicas o metafísicas sería algo completamente ajeno a Sócrates. Poco riguroso se considera el retrato que hace Aristófanes de Sócrates en "Las nubes", donde aparece como un sofista jocoso y burlesco, y que no merece mayor consideración.
  2. Más problemas plantea la interpretación del Sócrates platónico: ¿Responden las teorías puestas en boca de Sócrates en los diálogos platónicos al personaje histórico, o al pensamiento de Platón? La posición tradicional es que Platón puso en boca de Sócrates sus propias teorías en buena parte de los diálogos llamados de transición y en los de madurez, aceptándose que los diálogos de juventud reproducen el pensamiento socrático. Esta posición se vería apoyada por los comentarios de Aristóteles sobre la relación entre Sócrates y Platón, quien afirma claramente que Sócrates no "separó" las Formas, lo que nos ofrece bastante credibilidad, dado que Aristóteles permaneció veinte años en la Academia.
  3. El rechazo del relativismo de los sofistas llevó a Sócrates a la búsqueda de la definición universal, que pretendía alcanzar mediante un método inductivo; probablemente la búsqueda de dicha definición universal no tenía una intención puramente teórica, sino más bien práctica. Tenemos aquí los elementos fundamentales del pensamiento socrático.. 
  4. Los sofistas habían afirmado el relativismo gnoseológico y moral. Sócrates criticará ese relativismo, convencido de que los ejemplos concretos encierran un elemento común respecto al cual esos ejemplos tienen un significado. Si decimos de un acto que es "bueno" será porque tenemos alguna noción de "lo que es" bueno; si no tuviéramos esa noción, ni siquiera podríamos decir que es bueno para nosotros pues, ¿cómo lo sabríamos? Lo mismo ocurre en el caso de la virtud, de la justicia o de cualquier otro concepto moral. Para el relativismo estos conceptos no son susceptibles de una definición universal: son el resultado de una convención, lo que hace que lo justo en una ciudad pueda no serlo en otra. Sócrates, por el contrario, está convencido de que lo justo ha de ser lo mismo en todas las ciudades, y que su definición ha de valer universalmente. La búsqueda de la definición universal se presenta, pues, como la solución del problema moral y la superación del relativismo.                                                                                        
  5. Cómo proceder a esa búsqueda? Sócrates desarrolla un método práctico basado en el diálogo, en la conversación, la "dialéctica", en el que a través del razonamiento inductivo se podría esperar alcanzar la definición universal de los términos objeto de investigación. Dicho método constaba de dos fases: la ironía y la mayéutica. En la primera fase el objetivo fundamental es, a través del análisis práctico de definiciones concretas, reconocer nuestra ignorancia, nuestro desconocimiento de la definición que estamos buscando. Sólo reconocida nuestra ignorancia estamos en condiciones de buscar la verdad. La segunda fase consistiría propiamente en la búsqueda de esa verdad, de esa definición universal, ese modelo de referencia para todos nuestros juicios morales. La dialéctica socrática irá progresando desde definiciones más incompletas o menos adecuadas a definiciones más completas o más adecuadas, hasta alcanzar la definición universal. Lo cierto es que en los diálogos socráticos de Platón no se llega nunca a alcanzar esa definición universal, por lo que es posible que la dialéctica socrática hubiera podido ser vista por algunos como algo irritante, desconcertante o incluso humillante para aquellos cuya ignorancia quedaba de manifiesto, sin llegar realmente a alcanzar esa presunta definición universal que se buscaba.
  6. Esa verdad que se buscaba ¿Era de carácter teórico, pura especulación o era de carácter práctico? Todo parece indicar que la intencionalidad de Sócrates era práctica: descubrir aquel conocimiento que sirviera para vivir, es decir, determinar los verdaderos valores a realizar. En este sentido es llamada la ética socrática "intelectualista": el conocimiento se busca estrictamente como un medio para la acción. De modo que si conociéramos lo "Bueno", no podríamos dejar de actuar conforme a él; la falta de virtud en nuestras acciones será identificada pues con la ignorancia, y la virtud con el saber.
  7. En el año 399 Sócrates, que se había negado a colaborar con el régimen de los Treinta Tiranos, se vio envuelto en un juicio en plena re instauración de la democracia bajo la doble acusación de "no honrar a los dioses que honra la ciudad" y "corromper a la juventud". Al parecer dicha acusación, formulada por Melitos, fue instigada por Anitos, uno de los dirigentes de la democracia restaurada. Condenado a muerte por una mayoría de 60 o 65 votos, se negó a marcharse voluntariamente al destierro o a aceptar la evasión que le preparaban sus amigos, afirmando que tal proceder sería contrario a las leyes de la ciudad, y a sus principios. El día fijado bebió la cicuta.

INFLUENCIA DE SOCRATES


Sócrates ejercerá una influencia directa en el pensamiento de Platón, pero también en otros filósofos que, en mayor o menor medida, habían sido discípulos suyos, y que continuarán su pensamiento en direcciones distintas, y aún contrapuestas. Algunos de ellos fundaron escuelas filosóficas conocidas como las "escuelas socráticas menores", como Euclides de Megara (fundador de la escuela de Megara), Fedón de Elis (escuela de Elis), el ateniense Antístenes (escuela cínica, a la que perteneció el conocido Diógenes de Sinope) y Aristipo de Cirene (escuela cirenaica).


APOLOGIA DE SOCRATES





JUICIO Y MUERTE DE SOCRATES